¿Feliz año?

David Roldán ha querido despedir el año con una reflexión el día de su cumpleaños.

Normalmente tengo una idea de lo que quiero escribir, hoy estoy improvisando. 

 

Este año ha sido toda una experiencia inolvidable. He aprendido de primera mano lo que significa perder a alguien muy cercano de verdad, he aprendido lo mucho que tienen que sacrificar algunas personas solo para hacer su trabajo y todavía estoy aprendiendo a vivir con un vacío que me acompaña permanentemente.

 

No quiero que este sea el típico texto lleno de clichés sobre la superación diciendo que todo va a estar bien tratando de animar con mi hipocresía a cualquiera que en estas fechas tampoco tenga ganas de celebrar nada. Casi todos los días pienso en infinitas cosas que podría haber hecho o dicho. Casi todos los días imagino situaciones alternativas en las que todo está bien. Pero también he aprendido que no importa lo que ocurra porque el mundo sigue dando vueltas por mucho que quieras tirar del freno.

 

Hoy es la primera vez en toda mi vida que mi madre no me va a cantar cumpleaños feliz, cada día que pasa es la primera vez en toda mi vida que he estado tanto tiempo sin poder darle un abrazo. Pero resulta que también he aprendido otra cosa de ella: he aprendido a valorar mi dignidad personal por encima de muchas cosas. Siento que no importa lo mucho que escriba o lo mucho que diga porque nunca va a ser suficiente para expresar lo que siento, nunca podré hacer justicia a la figura de mi madre solo con palabras. De modo que lo haré de la forma que ella me enseñó: viviendo con dignidad y con la cabeza alta.

 

Feliz año a todos y a ver si 2023 nos da un poquito de tregua, perque ausaes.

 

                                                                                 -Te quiero mamá-
                                                                       David Roldán, todos los días

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