El crimen de la Inglesa
Era julio del 2000 cuando una ciudadana inglesa decidía pasar sus vacaciones en Gandia, desgraciadamente una noche se cruzó con la mala suerte y fue asesinada por un camarero de la Playa de Gandia
Había venido a Gandia a pasar sus vacaciones respondiendo al reclamo de sol y alcohol. Una noche, el 25 de julio, salió con su acompañante a divertirse y tras beber varias copas, su acompañante se quedó dormido, momento en el que el camarero que le había servido aprovechó para ofrecerse a llevarla en moto a su residencia. Ella aceptó, pero el hombre no tenía intención de llevarla a casa, sino de aprovecharse de ella, por lo que entró por el camino de la vía e intentó propasarse con ella.
Ante el ataque sexual, ella se defendió y él la golpeó brutalmente antes de asfixiarla. Abandonó su cadáver escondiéndolo entre unos arbustos para horas después volver al lugar de los hecho con un combustible para intentar quemar el cuerpo y borrar huellas, lo que no consiguió. Tres días después del crimen, la policía detenía al autor que posteriormente fue juzgado y condenado